Esmeraldas, la esperanza, la vida, la fé y la lealtad

La vida nos pone a prueba día a día pero es durante los tiempos de presión donde se da vida a las piedras preciosas de mayor valor.

Los seres humanos somos como las esmeraldas, para llegar a nuestro máximo esplendor primero tenemos que pasar por un proceso de creación. Son los sismos y las corrientes hidrotermales lo que forman las esmeraldas, más adelante la esmeralda es descubierta por un minero dentro de las minas, después la esmeralda se exfolia, se aserra, se talla, se pule y por último se le da valor, mientras más pura la esmeralda mayor valor tendrá.

Nosotros, así como la esmeralda, somos piedras preciosas que están en proceso ya sea de descubrimiento, exfoliación, talla o estamos siendo pulidas. Durante estos momentos de presión que vive el mundo debemos recordar que así como la esmeralda se forma en la turbulencia, Dios por medio de está tribulación nos está puliendo para que seamos una piedra preciosa pura con mucho valor.